LXI.


No quiero vuestro reverberante champán estancado, ni siquiera el sonido de palomas en los tejados. Pasaporte equivocado el mío. Hoy no estoy para ti, ni para ella. La señora fustigó mi vientre y desmorona a mis hijos día tras día. No llegaré más tarde porque no voy a venir. Así que sácame lo más guapa posible, con purpurina en las entrañas, quizás esta sea mi última estampa. Se me acaba el tiempo y mis tropas ya no lucen lanzas en jazmín ni CASCOS DE ZAFIRO. No quiero ser socia en la mesa de nadie. Hoy no estoy para seguir. Desquiciados lacayos de acetato, bebed y respirar el humo de las moquetas que yo cambiaré el rojo por un blanco vulgar. Sin nombre, sin rostro, sólo un cartel sin asunto. ¿Has mirado dentro de mi corona de plumas?

Atrapa las notas que se escapan como mariposas en el aire pútrido y refinado.

Roberson 07

No hay comentarios:

Seguidores